viernes, 6 de noviembre de 2009

Y ME SAQUÉ LA ESPINITA!!!!!!!!



Yo tengo que platicarles esto porque si no se me va a hacer trauma, ja ja ja...

Resulta que hace muuuuuuchos años (bueno, no tantos) en una preparatoria de la U de G muy, muy lejana, habían una chica quinceañera que era mi ídola secreta... ¿Su nombre? Marcelita...

Marcelita era la compañera que todas hemos tenido en la escuela cuando aún no se termina de formar el "cuerpo de modelo", y lo que tenemos si parece Modelo, pero por cilindrico como la cerveza de bote.
¡Ah! pero Marcelita quien sabe porque malas artes del demonio ya se nos había adelantado dos o tres años hormonalmente, en su cuerpo si se podía diferenciar cual era el busto, cual la mini cintura y cual la cadera. Para colmo, no tenia ni una sola espinilla, su pelo era humillantemente laarrrrrgo y rubio y tenia sonrisa de comercial de pasta dental.
Su closet era el mejor surtido de toda la prepa, manejaba un auto, y encima de todo tomaba clases de piano con el Maestro Willy de la Parroquia del Señor de la Misericordia y clases de Francés ... Sobra decir quien era la reina de los bailes, las fiestas... y si hubieramos vivido en Xochimilco, segurito tambien habría sido la flor mas bella del ejido. 

Yo tenía por ella un sentimiento secreto entre admiración, envidia y ganas de ahorcarla. Ella y sus dos descerebradas amigas solian quedarse siempre con los mejores galanes, los maestros jamás les llamaban la atención, y toooodooo el grupo les imitaba el estilo... hasta yo, que debo aceptar que dentro de mi siempre quise ser como ella, la "Miss Popochera Dream".

Pues resulta que el día de ayer me la encontré... la muy infeliz no ha perdido la costumbre de lucir perfecta siempre, qué importa si va a una fiesta de gala o a comprar un kilo de jabón y dos de azucar. Bien, pues por mas que intenté hacerme la que no la ví, no pude evitarlo, se me acercó, me saludó, y comenzaron las preguntas de la casa, la carrera, la familia, etc.

En un momento dado, no se si por obra de justicia del Altisimo o porque Marcelita estaba bajo el influjo de ve tu a saber cual psicotrópico, decidió darle fin a mis monosílabos haciendo una confesión que ni en mis mas locos sueños pensé en escuchar...

--Ay Kenny (dicho con la voz bajita y tono de niña mimada) pasan los años y tu, igualita... no cambias chica... Sabes, quiero confesarte algo muy serio pero no te vayas a burlarsh...

--(Dime Marcelita... Ojalá y sea que por fín fuiste a cambiar tu "vale por un cerebro") Ay Marce, ¿Cómo crees? a ver, dime, soy toda oidos...

-- Ay, bueno, va... cuando estabamos en la prepa,siempre te tuve envidia...

--(¿? ¡Ay no manches!) Marce,  creo que no te entendí bien...

-- Si mira, bueno... lo que pasa es que a veces, yo te hacía malas caras o así, porque te tenía envidia... ay, o sea... tu siempre has sido tan inteligente, y tan segura de ti misma, que nadie te opaca, ¡Me reventaba que fueras diferente, porque todo mundo, o sea, todos te veían como su hit... ¿Ves? y bueno, las playeritas negras y los pantalones raros se te veían de lujo... o sea, si yo me los haya puesto, ¡nada que ver!... además tú siempre tenías repuesta para todo, todos los chavos eran tus amigos y siempre eras la primera en andar de líder de los chicos... o sea Kenny... ¡yo no podía competir con eso!...

¿QUEEEEEEEEEEÉ?.... Entonces resultaba que yo desperdicie los 3 años de preparatoria creyendo que las "Mini Barbies" me hacian la vida imposible por simple aberración a mi persona, y resultaba que así como yo hubiera querido desmembrarlas, tirarlas al WC, jalarle a la palanca y esperar a que salieran en Alaska, por envidia... ellas hubieran querido hacer lo mismo conmigo, por la misma razon, envidia, aunque la suya hubiera nacido por motivos diferentes...

Moraleja... (Los cielos se abrieron y el coro de los ángeles se aventó una cancioncita en Fa menor)... siempre que envidies a alguien, fijate bien... puede ser que el tambien te envidie, quien sabe porqué retorcida razón.

1 comentario:

  1. Hola Ana Kennia, yo otra vez. Sí, la vida es muy irónica. También pasa que las cosas que menos te gustan de tí mismo, son la envidia de muchos otros...

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